miércoles, 6 de enero de 2021

EL ESPACIO CINEMATOGRÁFICO III: LAS ESCALAS CINEMATOGRÁFICAS

LA FIGURA HUMANA A LO LARGO DE LA HISTORIA DEL ARTE

Pinturas rupestres prehistóricas de más de 4000 años Khao Chan Ngam, Nakhon Ratchasima
Durante toda la historia del arte las manifestaciones artísticas han mostrado el cuerpo del ser humano y sus acciones. Ya sea en los retratos que pretendían hacer permanente la imagen del retratado o las pinturas historicistas o costumbristas, dejando constancia de los hechos, el arte siempre ha querido ser un testigo de su tiempo.
A lo largo de los siglos, la posibilidad de perpetuar la propia imagen fue exclusiva de la aristocracia, clase adinerada capaz de pagar a un artista para que, a través de la pintura o de la escultura, inmortalizara su figura para admiración de generaciones venideras.
Escena de caza en la tumba de Nebamun,
escriba y contable del templo de Karnak. Hacia 1350A.C.


Napoleón en su trono imperial. Jean Auguste Dominique Ingres, 1806.
Narcisismo y propaganda política se unen en este retrato.

Es por ello que la pintura adquiere un valor testimonial, como vemos en el "Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa" de Van Eyck, donde el pintor se erige en notario que da fe de los hechos que presencia y plasma su testimonio en el cuadro. O Velázquez, que eterniza un hecho histórico, la rendición de la ciudad de Breda, para la posteridad como medio de propaganda política o de testimonio periodístico.
El Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa es un cuadro del pintor flamenco Jan van Eyck; fechado en 1434.En él se representa la boda de los retratados, el cura y el testigo a parecen reflejados en el espejo del fondo.
En la pared de fondo se puede observar la inscripción
“Johannes de Eyck fuit hic 1434” (Jan van Eyck estuvo aquí en 1434), como testimonio de que el sacramento se celebró.

Hacia 1635. Muestra como el 5 de junio de 1625 Justino de Nassau, gobernador holandés de Breda, entregó las llaves de la ciudad a Ambrosio Spínola, general genovés al mando de los tercios de Flandes.


Pieter Brueghel el Viejo. El Triunfo de la Muerte. Hacia 1562.
Testimonio de la epidemia de peste que asoló Europa en el siglo XIV

En todas las obras anteriores hay un elemento común: la figura humana, que de una manera u otra protagoniza las escenas, ya sea posando como modelo, escenificando una rendición o luchando inútilmente contra una terrible pandemia, como en el cuadro de Brueghel el Viejo.
En función de la escena que presenciamos la figura humana aparece en diferentes tamaños según la acción que se desarrolla o el objetivo buscado por el artista.
Fijémonos en el retrato de Inocencio X, realizado por el mismo Velázquez. Su mirada, sus rasgos faciales transmiten no poca tensión y nos hablan de una gran profundidad psicológica del personaje. Para resaltar esto, es decir, su fuerza psicológica el pintor tuvo que acercarse lo suficiente al personaje como para captar su expresión, pero no tanto como para no poder pintar sus vestimentas, símbolo de su poder.
Retrato de Inocencio X, Diego Velázquez, 1650
La figura humana de este modo se erige en protagonista de toda una historia del arte marcada por los hechos y la sociedad de cada época. No es de extrañar que llegada la época de su reproductibilidad técnica esta tradición se mantenga.

LA APARICIÓN DE LA FOTOGRAFÍA

En el siglo XIX, siglo de la Revolución Industrial y de la estandarización, se desarrollan técnicas para mecanizar la producciones gráficas.
Con la aparición de la fotografía ya no es exclusivo de las clases privilegiadas obtener la inmortalidad de su imagen, la fotografía populariza el afán narcisista del ser humano y su anhelo por la permanencia de su imagen más allá de su esperanza de vida.
Retrato de estudio de una familia burguesa, mediados s. XIX
Retradto del Zar Nicolás y su familia. 1911
No sólo el retrato, sino también la fotografía en todos sus géneros, se convierte en el medio para dar testimonio de los hechos, inmortalizando instantes irrepetibles y dignos de ser preservados, desde lo cotidiano a lo históricamente trascendente.
La fotografía se convierte así en el medio que permite hacer perdurar una realidad inmutable, atrapada en un instante digno de recordar, "el instante decisivo" como lo llamaría Henri Cartier-Bresson, con lo que en cierta manera sustituye a otras manifestaciones artísticas (pintura y escultura) en esta tarea.
Henry Cartier-Bresson. Esta instantanea representa la naturaleza misma de la fotografía. La congelación del tiempo.



En este vídeo podéis escuchar de palabras del propio Cartier-Bresson
cuales eran sus motivaciones a la hora de realizar sus fotografías.

Dejando el paisajismo de lado, la figura humana y los hechos que protagoniza es, pues, uno de los elementos que más ha atraído, como digo, la atención de los artistas y por ende, de los fotógrafos.
Esta figura humana se plasma en un contexto, un escenario que determina la acción del individuo, acción que poco a poco va tomando importancia.

LA APARICIÓN DEL CINE

La acción implica movimiento, y por deducción lógica, tiempo.
Ya no es suficiente con mostrar un momento -un instante- sino que se necesita ampliar el tiempo mostrado en las imágenes para ver el desarrollo de dicha acción.
De manera que pronto se empieza a buscar el modo de plasmar el tiempo en esas imágenes.
Muchos son los que se lanzan hacia este objetivo, con ello aparece la cronografía, que sirve como base conceptual para el posterior desarrollo del cinematógrafo de los hermanos Lumière.
Ya tenemos la técnica que permite mostrar las acciones y ese tiempo en que se desarrollan, pero la base sigue siendo la misma: una foto fija, el fotograma.
Y dentro del fotograma la imagen de la figura humana sigue siendo la protagonista, de hecho, la primera película proyectada por los hermanos Lumière es "La Salida de los Obreros de la Fábrica" (1895).



Ahora hay que aprender a mostrar las acciones que la figura humana desarrolla en el tiempo de manera que sea entendible por un público amplio y no formado, popularizando así el espectáculo del cine.
Poco a poco se desarrolla para ello el lenguaje cinematográfico, una nueva manera de contar, de plasmar la realidad, nunca antes vista.
Al principio la cámara está fija, mostrando la acción en un espacio amplio que permita percibirla como si de un teatro se tratase, posteriormente se descubre que se puede cambiar la cámara de sitio, acercándola o alejándola del personaje según lo requiera la historia: Aparecen con ello el montaje y los planos cinematográficos.
Como todo lenguaje este nuevo tiene sus códigos y, antes de que la cámara se pueda mover mientras se realiza una toma (travelling, panorámica...), aparecen ya las ESCALAS CINEMATOGRÁFICAS, cuya unidad de referencia es, como desde el principio de la humanidad, la figura humana.

LAS DIFERENTES ESCALAS CINEMATOGRÁFICAS

Llegados a este punto podemos hablar ya de que las escalas se denominan de una manera u otra según el tamaño en que la figura humana aparece en la pantalla.
Dicho esto, estas son las principales escalas cinematográficas cuya función pasaremos a estudiar de ahora en adelante:
Como hemos dicho anteriormente las escalas cinematográficas, es decir, el tamaño en que la persona aparece en un plano está en relación con aquello que se quiere mostrar o expresar.
Veremos, así, que aquellos planos más descriptivos son los que nos enseñan más escenario, apareciendo en ellos la figura humana más pequeña, mientras que a medida que acercamos la cámara al personaje, el escenario va perdiendo importancia y va ganando importancia el aspecto psicológico de dicho personaje.
Lo haremos así, iremos viendo las escalas desde lo descriptivo a lo psicológico:


Gran Plano General: En él aparece la figura humana muy pequeña y es un plano que se utiliza para describir un escenario en el que se va a desarrollar la acción. La figura humana se ve como perdida en medio de una inmensidad que le sobrecoge. También se emplea tanto para mostrar una gran muchedumbre como para mostrar la soledad del personaje en el escenario.
Salvar al Soldado Ryan. Steven Spealberg, 1998

Centauros del Desierto. John Ford, 1961

Plano General: En él aparece la figura humana muy pequeña, apenas ocupa 1/4 de pantalla y es un plano en el que ya se ha iniciado la acción, se muestra las posiciones de cada uno de los elementos que van a formar parte de ella de manera que el espectador se termine de hacer una fotografía mental de lugar.
Centauros del Desierto. John Ford, 1961
Plano Conjunto: La figura ocupa 2/3 de la pantalla y en él se pueden ver un conjunto de personas. Es un plano que se utiliza en el desarrollo de la acción.
Centauros del Desierto. John Ford, 1961
Salvar al Soldado Ryan. Steven Spealberg, 1998
Plano Entero: aparece el personaje ocupando la mayor parte de la pantalla, en él empezamos a ver el aspecto general (ropa, actitud...) del personaje y apreciamos sus expresiones es el primer plano en el que el aspecto psicológico tiene más importancia que el descriptivo.
Sólo ante el peligro. Fred Zinnemann, 1952
Plano Americano: o plano medio largo fue creado en las películas del oeste americano donde era necesario tener un plano donde se vieran las pistoleras. En él aparece el personaje ocupando la mayor parte de la pantalla cortado por las rodillas. Podemos apreciar su expresión y nos transmite ya emociones directas.

Centauros del Desierto. John Ford, 1961
El Bueno, el Feo y el Malo. Sergio Leone, 1968
Plano Medio Estándar: En el aparece el personaje cortado por la cintura podemos apreciar perfectamente sus expresiones y vemos cómo gesticula con los brazos. Es un plano muy expresivo que se emplea en las conversaciones, puesto que el lenguaje no verbal transmitido por las manos tiene mucha fuerza visual.

Gladiator. Ridley Scott, 2000

Joker. Todd Phillips, 2019
Pulp Fiction. Quentin Tarantino, 1995
Plano medio corto: El personaje aparece cortado por el pecho en este plano tiene más importancia la expresión del personaje que las acciones.

Hasta que Llegó su Hora. Sergio Leone, 1970
Balde Runner. Ridley Scott, 1982
Primer plano: Aparece la cabeza del personaje cortada a la altura del cuello ocupando la mayor parte de la pantalla. Intuimos acción a través de los ojos del personaje y su reacción psicológica ante lo que está viendo.
Balde Runner. Ridley Scott, 1982
El Bueno, el Feo y el Malo. Sergio Leone, 1968
Balde Runner. Ridley Scott, 1982
Primerísimo primer plano: es un plano que se centra en un detalle del personaje, un acercamiento máximo a un elemento que enfatiza su expresión (miedo, angustia, tristeza...), los ojos o la boca principalmente.
Balde Runner. Ridley Scott, 1982
Kill Bill: Volumen 2. Quentin Tarantino, 2004

Plano detalle: es un plano que se centra en un detalle del personaje o de la acción, por ejemplo un plano donde aparece un ojo que refleja el entorno en su iris, como en Blade Runner (Ridley Scott, 1982),  una mano que abre una puerta (Bored to Death, HBO, 2009), una mano nerviosa con un revolver...
Balde Runner. Ridley Scott, 1982
Bored to Death. Serie HBO, 2009-2011




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